INGREDIENTES:
1 centolla (en este caso era congelada), 1/2 cebolla, un trocito de apio, 1 diente de ajo, 1/2 zanahoria, 2 o 3 cucharadas de tomate triturado, 1 cucharada de perejil picado, 1 copa de vino blanco o 2 cucharadas de coñac, pan rallado, mantequilla, pimienta y sal.
ELABORACIÓN:
Poner en la olla agua hasta la primera medida y sal, añadir una hoja de laurel. Cuando este caliente poner la centolla descongelada. Cerrar la olla menú GUISADO (he apagado la olla a los 12 minutos). Sacar inmediatamente y refrescar en agua fria con sal a la que se le ha añadido unos hielos. Esperar unos minutos y escurrir.
Cascar las patas y poner la carne en un plato, picarla y reservarla. Abrir los centollos, recoger el líquido del interior en un recipiente. Desechar las agallas, unas especie de plumas laterales esponjosas.
Poner al fuego una sartén con el aceite y cuando esté caliente echar la cebolla y el ajo picados. Cuando la cebolla empiece a dorarse, echar la zanahoria picada y el vino o el coñac. Dejar rehogar unos minutos y añadir el tomate y el líquido de los centollos. Mantener cociendo, a fuego lento, unos minutos hasta que se reduzca el caldo. Añadir entonces la carne de los centollos, la sal y una pizca de pimienta molida. Mezclar bien y dejar cocer, manteniendo el fuego lento, durante unos minutos más.
Rellenar los caparazones con esta pasta, espolvorearlos con el pan rallado y el perejil picado. Ponerles encima un pegotillo de mantequilla y meter en el horno, con el grill encendido.
Dejar gratinar hasta que el pan rallado esté dorado.
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